ALGUNAS MEMORIAS DEL 68



Irma Barquet

Tener a la mano las redes sociales y el cómodo whastapp por el que es posible comunicar los últimos acontecimientos de nuestros contactos, los chistes, memes, cadenas y demás chismes que entretienen y permiten pasar ratos agradables; por el cual, también se forman grupos de personas que tienen algo en común y es muy fácil conservar las relaciones humanas virtuales y a distancia, me pareció que podía utilizar este medio para que mis excompañeros de trabajo, compartieran sus experiencias vividas un día como hoy, pero 50 años atrás.

Me di a la tarea de pedirles que comentaran sus vivencias en conmemoración del aniversario de tan significativo acontecimiento en México, con la idea de documentar estas historias que, sin duda, dejaron huella en sus vidas, razón por la que me atrevo a publicar estos relatos que me han parecido impactantes.

Cabe hacer mención que, he respetado las palabras de mis excompañeros, solamente hice algunas correcciones de puntuación o redacción que consideré necesarias:

Alejandro Hernández:
“Yo estaba en secundaria, todavía “muy verde” para los temas políticos… pero sí me tocó pasar por el centro de la Ciudad en esos sucesos. Había muchos granaderos y soldados, destrozos por doquier. Me impresioné, todavía era chamaco mocoso”.

Chavo Gómez:
“Yo andaba en las plantas de fabricación de la Colonia Vallejo, indicando a los trabajadores que no se movieran o realizaran mítines en la calle porque estaba terrible la situación. Desafortunadamente, por error, me fui con los amigos a Tlatelolco a ver la situación y ya no pude salir, refugiándome en un departamento de una familia que nos recibió. Ya no salí hasta el día siguiente, con miedo de que nos detuviera el ejército; al salir me encontré con un panorama terrible y como pude me fui caminando hacia La Villa y de ahí me reporté con mi padre y madre, que estaba bien. Estaba en mi último año de Ingeniería en la ESIME de Zacatenco, mis documentos de término de estudios me los entregaron hasta un año después, en octubre de 1969. Tuve la oportunidad de irme a Europa y ya no pude regresar a México porque la embajada de España me indicó que estaba sitiado el país y tenía que esperar un mes más (disfruté mucho el viaje pero se me acabó el dinero y… a trabajar). Cuando regresé entré a trabajar a VAM el 7 de octubre de 1969 y aquí estoy, contando mi historia”.

Pablo Gutiérrez:
“Les platico: en el 68 yo estudiaba en la Vocacional N° 1, vespertino, porque en el día trabajaba en el taller de mi padre, donde, desde niño, me enseñaron a usar las máquinas herramientas y la mecánica automotriz. A mis 20 años, yo era el responsable de los trabajadores de rectificación de motores. En la escuela formé parte del Comité de Huelga y participé en todas las manifestaciones, aunque mi padre se enojaba porque no quería que me pasara algo. El 2 de Octubre en el trabajo, me obligaron a terminar un motor y lo hice de mala gana, sin imaginar que tal vez fue mi mejor oportunidad de vida. Luego llegué al barrio y me platicaron mis amigos lo que había sucedido y fuimos, por la noche, cerca de Tlatelolco… estaba cercado y seguían los balazos esporádicos. En mi inmadurez, yo hubiera querido estar ahí y sentía frustración, pero al tiempo, creo que no me tocaba”.

Amado López:
“Yo era un mozalbete de 15 años que iba a la Secundaria. Ese día salí como siempre a las 7:00, iba en el turno vespertino. Mi escuela estaba a unas calles de 5 de Febrero en la Colonia Obrera. Tenía que caminar para tomar mi camión a casa. Cuando me di cuenta que ya había caminado más que de costumbre y no pasaba el camión, llegué al Zócalo. Ahí cerca de Catedral, vi que venía gente corriendo diciendo que nos regresáramos porque algo estaba pasando. Se alcanzaban a oír disparos y mucho alboroto. Me regresé y ya tarde llegué a mi casa. Fue hasta el otro día que me enteré de lo que había pasado… ¡tristemente! 2 de Octubre, no se olvida”.

Pablo Gutiérrez:
"Otra experiencia durante el movimiento es que mi Vocacional N° 1, tenía un cambión de pasajeros y yo tenía un compañero, Enrique Brito, que a sus 20 años sabía manejarlo y en ése nos íbamos a las manifestaciones. Entonces, llegué tarde a la escuela para acudir a una manifestación y mis compañeros ya se habían ido. Cuando llegué a la manifestación nunca encontré a mis compañeros porque la policía los había interceptado y los metieron a la cárcel de Lecumberri, entonces, ahí también, la suerte me favoreció porque no pasé ese calvario”.

Pedro Contreras:
“Les comento: mi generación es 65-68 y me tocó estar en el Casco de Santo Tomás, había condiscípulos que se quedaron a dormir ahí. Recuerdo que con botes amarrados con lazo, se ponías las alarmas en las puertas de toda la instalación, un día, que no recuerdo, el ejército nos desalojó con rifles y a los que alcanzaban, les daban de culatazos, también lanzaron gases lacrimógenos. Un compañero de nombre Santiago, su apellido lo omito (qepd), no podía caminar, lo llevamos cargando porque le dieron un culatazo. A partir de ahí, ya no participé. Recuerdo el 10 o 12 de Septiembre, cuando el halconazo, fue un jueves en Santa María la Ribera, dejé de participar”.

Chavo Gómez:
“Nuestro jefe de grupo se llamaba Pablo Mendiola, era una persona de 30 años de edad aproximadamente, trabajaba en Ferrocarriles, en Calzada Vallejo y vivía atrás de Lecumberri. Al llegar a su casa en su vehículo, el ejército le indicó que se parara, no se detuvo, le dispararon, lo mataron, se estrelló en la barda de Lecumberri. Fue impresionante cuando fueron los compañeros a su funeral. Era el sostén de sus padres y familia”.

Gracias, queridos excompañeros, por compartir sus vivencias en esta fecha tan significativa. Los jóvenes de las nuevas generaciones que participan en las marchas organizadas para la conmemoración del 2 de Octubre, deben profundizar en la historia del movimiento estudiantil, para que le encuentren sentido y puedan ser, con esta bandera, verdaderamente solidarios.




Comentarios

  1. Estas narraciones md ubicaron en Tlaltelolco hace 50 años y este 2 Octubre regrese en el tiempo. Hice el recorrido de entrada y salida por donde camine ese triste dia

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