DON ÁNGEL (Segunda Parte)
Irma Barquet Dolores Rodrigo Arranz En la primera parte de esta narración, después de haber puesto en contexto los avatares que vivió el protagonista de esta historia, así como su travesía hacia México, emprendió un negocio donde se ponía a disposición de los comensales la degustación de platillos españoles, con lo que continuamos la plática de esta aventura: La Madrileña El restaurante al que hacemos alusión, “La Madrileña”, inicialmente era de los señores Borasteros, a quienes Don Ángel, con mucho esfuerzo, se los compró. Tanto él como su esposa tuvieron que trabajar, sin decirles a los clientes que eran los propietarios, para asegurar las buenas propinas que caían muy bien en esos momentos. Cuando terminaba su jornada en el Banco de Londres y México, en el que se desempeñó como funcionario, se dirigía a la Colonia Roma, en la calle de Mérida, casi esquina con Tabasco para que, después de colgar su saco y dejar su portafolios atrás de la barra, se ponía el mandil para a