TIEMPO


Irma Barquet

Los seres humanos siempre se han ocupado de establecer unidades de medida para muchas cosas, una de ellas es el tiempo; lo que en ocasiones se siente como atadura que impide el movimiento, seguir adelante; aunque otras veces se lleva tan ligero que… ni se siente… pasa tan desapercibido que deja una sensación de alegría, de felicidad, de bienestar.

“El tiempo es como un acordeón, se alarga o se acorta según la circunstancia, sobre todo cuando no duermes en tu cama, ni estás en tu país”. Las yeguas finas. Guadalupe Loaeza.

El tiempo ha sido motivo de inspiración para canciones: “Sabia virtud de conocer el tiempo…”, “El tiempo que te quede libre…”.

También actúa como puente entre ciertas circunstancias, pues permite alcanzar algo deseado; asimismo, se puede hacer alusión a él con una onomatopeya tan sencilla que se asemeja al ritmo del corazón: tic-tac…

Y ¿quién no recuerda la famosa película “¡Ay, qué tiempos, señor don Simón!” o “Pide al tiempo que vuelva”, o la novela “El amor en los tiempos del cólera” y “Regreso al futuro”?

Se han fabricado aparatos de todo tipo para medir el tiempo, desde los más elementales relojes de arena, cuya figura acinturada sostenida con elegantes y finas columnas torneadas, hacen posible le paso de esta materia brillante y delgada que, poco a poco, determina un lapso sin ruido y libre; hasta las joyas más preciadas de marcas renombradas, cuya elaboración se ha vuelto icónica en los países del primer mundo, que cuentan con una maquinaria precisa, casi perfecta, que acompasa suavemente la marcha de las clásicas manecillas.



Estas delicadas alhajas adornan las muñecas izquierdas, en su mayoría, de quienes las portan. Se lucen de diversos tipos, formas, colores, con o sin números, digitales o analógicos, que además, algunos de ellos tienen extensas funciones de medición de otros elementos.

Se hacen diferentes referencias con respecto al tiempo como por ejemplo: los tiempos de Dios; el tiempo de amar; tiempos pasados fueron mejores; la música de mis tiempos; en mis tiempos las cosas no eran iguales; hay un tiempo para llorar y un tiempo para reír.
Actualmente, con tanta agitación y saturación de actividades, la gente hace alusión a que “no tiene tiempo…”, “no le alcanza el tiempo”, “tiempo es lo que le hace falta”, “le quitan el tiempo”… “se toman su tiempo”…

Pero todo es cuestión de tiempo…

La misma gente suele ponerse trampas al hacer mal uso del tiempo, en lugar de administrarlo en forma eficiente y considerarlo verdaderamente como un recurso irrecuperable. El tiempo es insuficiente para tantas cosas que se tienen que hacer, distancias que se deben recorrer, asuntos importantes que atender, agendas pletóricas de recordatorios de things to do que, a veces es conveniente posponer.

Llegar a tiempo a las citas y compromisos es una virtud de reyes, un excelente hábito que tiende a desaparecer, pues se privilegia la impuntualidad, la informalidad, tal parece que, cuando se establece un tiempo específico para algo, es menester aludir a 30 minutos antes, como en las “bodas de rancho”, de tal manera que pueda asegurarse la llegada “puntual” de las personas implicadas.

Es hora de levantarse… la alarma suena incesante… no da tregua… empieza el regateo con el tiempo… “otro ratito”… “cinco minutitos más”… ¡Córrele! ¡Se hace tarde! ¡Vámonos! 

El desayuno bien puede esperar, a eso del mediodía, porque de matahambre está ese café cargado que también ayuda a acabar de despertar y ¿qué tal un cigarrito? El mejor compañero del café caliente, al fin y al cabo existe la ranitidina.


Aquí le paro porque… el tiempo apremia.

Comentarios

  1. Excelente forma de describirlo, es un tirano o un ángel, el que compartimos es dual, se pasa volando y no queremos que termine nunca.
    Me encanta leerte!

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    1. Gracias Beatriz Anaya Moreno, por tu comentario... siempre sucede, cuando mejor la pasamos, el tiempo se va como agua... Como en las piñatas: "y tu tiempo se acabó". Abrazos.

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  2. Es frecuente escuchar: hay que perder el tiempo mientras llega la hora de celebrar X o Y acontecimiento; pero si lo analizamos detenidamente, podría ser: hay que aprovechar el tiempo... (es cuestión de enfoques).
    Gracias Irma por compartir, saludos.

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    1. Gracias, Alma Rosales, por tu comentario... El tiempo: recurso no renovable. Abrazos.

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  3. Si el tiempo no existiera seguramente ya lo habríamos inventando, como se inventó el amor solo por que el ser humano requiere de que sus sentimientos sean entregados a otro u otra, pero de la misma forma recibirlo, así, el tiempo se da , se quita , y se recibe para dividir nuestra vida en periodos, es decir en tiempos. Gracias Irma que manejo tan bello de las ideas y de la palabra.

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    1. Gracias, Jose L S B, por tu comentario... todo tiene sus unidades de medida, para bien o para mal. Abrazos.

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  4. Excelente Irma. Renato Leduc aceptó el reto de hacer un poema a "El tiempo", mismo que se hizo una canción, recientemente la escuché con Marco Antonio Muñiz y José José. "...como dice el refrán; dar tiempo al tiempo...". Gracias Irma por tu tiempo para escribir y hacernos reflexionar .

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    1. Gracias MARU RICE, por tu comentario... El tiempo inspira a cualquier ser humano... hasta para hacer poemas. Abrazos.

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  5. W O O O O O W, ES LO ÚNICO QUE SE ME OCURRE, NO HAY ESPACIO PARA AGREGAR ALGO, TODO LOS COMENTARIOS LOS CUBRISTE, FELICIDADES Y COMO SIEMPRE, ABRAZOS, BESOS Y SALUDOS---ROGELIO

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    1. Gracias, rogelio verduzco castellanos, por tu comentario... Esperamos siempre tener tiempo para todo... Abrazos.

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  6. “ … el tiempo, el implacable, el que paso; siempre una huella triste nos dejó..”. Agregaría nos deja y nos dejará, pero también buenos y bellos momentos. Todo es cuestión de tiempo.
    (Has tiempo para responder a todo tus seguidores).

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    1. Gracias, Abelardo, por tu comentario... No hay tanto espacio, para el tiempo, "el implacable..." es hermoso pero también es devastador... Abrazos.

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