ABUELOS

 

Irma Barquet

Hoy, en México se celebra el día de los abuelos, día 28 de agosto que también se conmemora a San Agustín de Hipona, para el mundo católico.

San Agustín nació en algún lugar de África y era hijo de Patricio y Mónica, a quien canonizaron posteriormente. Este santo llevó una vida sumamente disipada. Gozaba de grandes capacidades intelectuales que le facilitó el acercamiento al conocimiento, era un excelente orador y se desempeñó como maestro; escribió obras notables: Soliloquio, Confesiones, La ciudad de Dios… Fue sacerdote y escaló en la jerarquía eclesiástica. Su filosofía es notable orientada al amor y al esfuerzo del alma, lo que conduce a la sabiduría y hacia la verdad. Se considera patrono y protector de los abuelos.

Los abuelos son la raíz indestructible de nuestra genealogía. Representan nuestro origen, tienen un papel muy importante en nuestras familias. Prodigan amor, enseñanzas y protección… siempre sale de sus labios el sabio y maravilloso consejo, envuelto en una prodigiosa ternura, desde su corazón.

Son el pegamento de nuestras familias, pues giran en torno a ellos los principales festejos y celebraciones, su casa es siempre el punto de convergencia de hermanos, tíos, primos, sin importarles lo que las fiestas de toda la parentela les implique en cuanto a esfuerzos y trabajo.

Las abuelas, generalmente son quienes regalan con sus magníficos guisos, cuya sazón es inconfundible, inolvidable. Se vuelcan en la cocina para premiar el paladar de su descendencia. Confeccionan los más elaborados platillos con los ingredientes originales, lo que permite a la familia, siempre añorar esos sabores.

También son espléndidos babysitters de sus nietos y nietas… aun cuando están cansados y el cuerpo no les dé para tanto. Les cuentan cuentos de su propia autoría, inventan juegos o participan en los que los niños indican. Les compran cosas y les cumplen sus caprichos. Los abuelos consienten y educan…

Saben hacer infinidad de cosas y no escatiman en enseñarlas, con la paciencia que solamente ellos pueden tener.

Conocen las historias más recónditas de su prole, esas que no se dicen, que no se cuentan y las guardan como el más preciado secreto.

Algunos manejan bien los dispositivos electrónicos y los utilizan para tener contacto y acercamiento con sus seres queridos, a la distancia, sobre todo en tiempos de pandemia o piden ayuda para no perderse del saludo emotivo de su familia.

Atesoran objetos y fotografías por mucho tiempo, lo que les sirve de ancla con sus recuerdos, son la inspiración para entregar con amor sus mejores testimonios… son el más valioso legado que pueden darle a sus hijos y a sus nietos.

Unos siguen activos en su trabajo, aportando sus conocimientos y experiencias, son verdaderamente productivos. Otros, ya jubilados, permanecen en casa todo el día. Disfrutan de sus logros y los comparten.

Tienen para su estirpe el abrazo y el beso más cálidos…

Hoy, día de los abuelos, deberíamos ser quienes nos felicitemos a nosotros mismos por tener o haber tenido el mejor regalo de la vida con nuestros abuelos, padre y madre…

¡Gracias, abuelos!