LA CATEDRAL



Irma Barquet

Organizamos nuestro día para conocer la Catedral de Buenos Aires. Caminamos como condenadas… como todos los días que pasamos en aquella ciudad, para visitar sus principales puntos. Ya teníamos una mejor orientación de las avenidas y calles que nos podían conducir a los lugares que deseábamos.

Cuando llegamos a la Avenida Rivadavia y Calle San Martín, en la Plaza de Mayo, sobresalía el edificio incomparable de la Catedral en el corazón del centro histórico de la ciudad porteña.

El asombro se apoderó de mí cuando aprecié la fachada de este templo tan representativo. En su estilo neoclásico, sobresale el frontis triangular sostenido por 12 columnas, remonta a las construcciones griegas como el Partenón. En el tímpano (espacio triangular) luce una bella representación del encuentro de Jacob con su hijo José en Egipto, obra notable del escultor francés Joseph Dobourdieu, que data de 1860.

El interior de la Catedral es imponente. El piso es de mármol veneciano, reluciente. Los frescos renacentistas que decoran la cúpula, atraparon mi atención, al igual que el altar mayor.

Ahí también se encuentra el mausoleo en donde descansan los restos del General Don José de San Martín, Padre de la Independencia, custodiado permanentemente por una guardia de granaderos, que, según cuentan los que saben, hacen el cambio mediante una ceremonia que recrea la entrada del fallecido General San Martín, al puerto. Siempre son 7 guardias… ¡Cábala!

Este mausoleo se instaló desde 1880, en la capilla de Nuestra Señora de la Paz, ubicada en la nave derecha del templo. El monumento donde se guardan los restos del General San Martín, está hecho de mármol, rodeado de tres esculturas femeninas que representan los países que fueron liberados por el prócer mencionado: Argentina, Perú y Chile.

También están las urnas de dos personajes más: General Juan Gregorio Las Heras y General Tomás Guido, así como los del Soldado Desconocido de la Independencia.

Hermoso recinto cuya advocación es de la Santísima Trinidad.

No podía faltar la imagen de San Miguel Arcángel, mi guardián particular… Parece que está colocado en un lugar muy especial. Cuando pasé frente a esta imagen, la miré como si le hubiera escuchado pronunciar mi nombre, fue algo instintivo. Me regodeo al recordar este momento.

En éste, como en todos los lugares que recorrí en Buenos Aires, me hizo falta Pablo… nada me hubiera gustado más que conocer la ciudad en su compañía…

Seguimos el paseo en la Plaza de Mayo… Nos topamos con la Casa Rosada, sede del poder ejecutivo de la Nación. ¡Cerrada…! Imposible visitarla, solo unas cuantas fotografías “por fuerita”… Sin embargo, es igual de impresionante que las demás construcciones que componen la Plaza: El Cabildo de Buenos Aires, actualmente es el Museo Histórico Nacional del Cabildo y de la Revolución de Mayo. El Banco de la Nación Argentina, otra obra importante y representativa.

"Casualmente" fue 8 de marzo cuando visitábamos ese lugar. Después del recorrido, ya casi caía el día cuando se empezó a organizar la gente en esa plaza principal… precisamente frente a la Catedral: “La puesta en pie de un Paro Internacional en el Día Internacional de la Mujer Trabajadora es la expresión del enorme movimiento de lucha que no para de crecer en todo el mundo”.

Manifestación de una cantidad enorme de mujeres de todas edades, tamaños, tipos, que se levantaban en pro de la lucha por los derechos de las féminas en Buenos Aires, en toda Argentina y en el mundo entero… “En todas las casas se cuecen habas”, dice mi madre… Las mujeres argentinas también sufren y se defienden.

Momento importante de la historia que me tocó presenciar en esta ciudad, precisamente ahí... frente a la Catedral.




Comentarios

  1. Hola Irmita como siempre que bonita descripción de tu visita a la Catedral y excelente narracion
    Saludos

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  2. Me encantó la descripción de todos los lugares..
    Cómo siempre excelente narración.. saludos querida Dra Barquet.

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