ATRIBUTOS DEL INVESTIGADOR EDUCATIVO

Irma Barquet

La formación de investigadores es un tema que se ha tratado reiteradamente, por la necesidad que México tiene de los profesionales dedicados a la generación del conocimiento en las diversas áreas.

Formar investigadores implica un proceso práctico, en el que intervienen diferentes actores así como los asesores o tutores, quienes facilitan, sistematizadamente, el acceso a conocimientos, para el desarrollo de habilidades y actitudes, con perspectiva ética, para realizar la investigación. En este proceso se define una intencionalidad, sin determinar un espacio temporal, pero es importante llevarlo a cabo en forma continua.

Será relevante considerar, para los investigadores en proceso de formación, contar con conocimientos de las perspectivas educativas y los campos relacionados con la educación, así como los diversos contextos en los que potencialmente, puede aplicarse el resultado de la investigación; el procesamientos de la información, desde la búsqueda, así como la problematización de las situaciones que ubiquen el punto de partida de su trabajo y la metodología adecuada para la recolección de datos, sin soslayar el manejo del lenguaje escrito para la elaboración del informe y la difusión de los hallazgos en los diversos medios. Las posturas epistemológicas que les permitan el debate acertado para la adopción de una propia.

El grado de dificultad en la formación de investigadores educativos, es debido a la propia naturaleza del tipo de investigación así como de las condiciones de los diferentes contextos, ya que intervienen factores institucionales, sociales y políticos, lo que determina la profundización del trabajo en sí mismo.

Aunado a esto, la importante relación que se establece entre el investigador y su asesor, que debe ser cercana y comprometida, en un trabajo de equipo, de acuerdo con lo que traté en mi aportación anterior, La Formación de Investigadores, en la liga: http://irmabarquetcomparte.blogspot.mx/2015/12/la-formacion-de-investigadores.html 

La formación de investigadores educativos, requiere de cambios sustanciales en las políticas educativas, así como de modificaciones curriculares, sin que esto sea suficiente ya que depende esencialmente de las personas involucradas, de tal manera que puedan incidir positivamente en el trabajo realizado y los resultados encontrados.

En algunas investigaciones que se han elaborado con respecto tanto a la formación como al perfil de los investigadores, aducen que es relevante contar con vocación para investigar y amor a la ciencia. Los aspectos emocionales son preponderantes, ya que afectan sobre el éxito o fracaso de los trabajos desarrollados. La orientación hacia la generación de conocimiento útil para las comunidades científicas y para resolver problemas.

Los investigadores educativos también son creativos y poseen pensamiento analítico y crítico sobre su propio trabajo y el de sus pares; deben contar con la habilidad de problematizar situaciones. Atributos como la paciencia, la responsabilidad y la honestidad, entre otros, son imprescindibles. Este tipo de trabajo también implica poseer competencias sociales, ya que por lo general, las investigaciones se hacen en colectivo. La perseverancia y la motivación son cualidades que se requieren.

Otro elemento es la capacidad de comunicación escrita y oral, pues se hace necesario plasmar los informes y debatirlos con otras personas, para así tener la oportunidad de publicar los resultados obtenidos, en revistas científicas nacionales e internacionales, y compartirlos con comunidades investigadoras en congresos, foros, conferencias…