EL IRREMEDIABLE ADIÓS
Irma Barquet
Nos conocimos cuando éramos muy
jóvenes, coincidimos en la Universidad Salesiana (antes IUCE), en el mismo
grupo. Recuerdo cuando hicimos las presentaciones personales ante todos: las
razones por las que elegimos esa carrera, esa escuela, algunos comentarios acerca
de nosotras mismas. En ese momento hubo un clic importante que se convirtió en
una hermosa amistad que trascendió los muros universitarios y los del tiempo.
Junto con otras compañeras, con
quienes nos hicimos entrañables amigas, trabajamos en las cuestiones
académicas, lo que nos dio la oportunidad de convivencias inolvidables,
divertidas y de mucho aprendizaje, sin olvidar ese punto, pues era entonces, el
principal.
Muchas ocasiones nos recibiste en
tu hogar, para realizar los trabajos escolares y como tal, fuiste magnífica
anfitriona. No solo abriste las puertas de tu casa para nosotras, también las
de tu familia, con quien hubo grandes lazos afectivos.
Tu expresión siempre sonriente,
con tus ojos nos obsequiabas miradas dulces y todos los días en clase tu
participación, tu presencia eran importantes. Tomábamos los exámenes muy en
serio. El tema de las calificaciones era para nosotras algo que nos impulsaba a
alcanzar la excelencia. Los recreos eran muy divertidos, así también las
clases, no faltaban las intervenciones bobas de cualquier compañero, que hacía
que desternilláramos de risa.
La exposición que tuviste que
hacer, relativa a la vida y planteamientos pedagógicos de San Juan Bosco, fue
imposible, no pudiste pasar del “pajarito de Don Bosco” porque en seguida
explotábamos a carcajadas. Además de dicha mascota, lo expresaste con esa
picardía que, por más esfuerzos que hiciste para aguantar la risa, más la
provocabas en ti y en todo el grupo.
Una de tus muchísimas virtudes
era tocar el piano que aprendiste desde que eras una pequeña niña, gracias a tu
padre que te enseñó, el talento musical lo llevabas en las venas, varias veces
tuvimos la oportunidad de escucharte tocar ese magnífico instrumento que estaba
en la sala de tu casa.
Terminamos la licenciatura y la
amistad continuó por muchos años. Inventábamos pretextos para reunirnos, para
ponernos al corriente de los acontecimientos y de las noticias de última hora. Cada
una tomó su camino en la vida, pero no fue motivo para dejar de estar en
contacto.
El tiempo seguía su trayecto y
nosotras conservamos los vínculos de cariño que nos unen, aunque hubiera distancias
geográficas, eso era lo de menos, pues encontrábamos siempre la mejor razón
para vernos, aunque hubiera que viajar grandes trayectos.
Siempre te vi como “mi hermanita
la menor” y así lo manifestábamos, era la forma más cercana que encontramos para
ilustrar cuánto cariño nos teníamos.
Tu salud se vio quebrantada desde
hace algunos años y, como toda una guerrera, luchaste fuerte e incansablemente
hasta que cediste ante ese terrible mal.
Hoy que se celebra al amor y a la
amistad, la mañana me despertó con la noticia de tu deceso, ha sido un golpe tremendo
para mi corazón tener que decirte el irremediable “adiós”, con el profundo
deseo que encuentres luz en tu camino al cielo.
Las Melódicas: Adriana, Miren y yo te recordaremos siempre, querida Tere, descansa en paz.
Recordemos a Tere https://irmabarquetcomparte.blogspot.com/2021/05/las-melodicas.html
Hola estimada Irmita, cómo siempre es un gusto leer tus publicaciones, son verdaderas y muy bonitas vivencias, en este relato murió de verdad alguna de tus amigas ?
ResponderBorrarHola Irma, tu amiga está en un mejor lugar QEPD, la amistad es algo que toca los corazones y duele saber que ya no estará contigo pero siempre la llevarás en tus recuerdos, ánimo, te mando un fuerte abrazo
ResponderBorrarLAS PERSONAS QUE AMAMOS VIVEN POR SIEMPRE EN NUESTROS RECUERDOS Y EN NUESTROS CORAZONES. Q.E.P.D. TU QUERIDA AMIGA.
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