LA PRIMERA GENERACIÓN

Irma Barquet

Todo empezó en el año 2016, ante la inquietud de una de las personas que integran el grupo, dicho sea de paso, es una de mis hermanas de vida. Su idea se orientaba por el diseño curricular de una maestría que preparara profesionales en el área de la salud, debido a su amplia experiencia en ese campo y en la observación de la necesidad de capital humano especializado en el ámbito mencionado.

El proyecto nos lo comunicó, inicialmente a dos personas, quienes quedamos convencidas ante la argumentación tan elocuente que nos dirigió, a lo cual accedimos… Así empezó la aventura.

Con la información que recabamos para determinar el camino que deberíamos seguir, la decisión se concretó en una carrera profesional, esto es, no de un plan de estudios de posgrado, como fue la idea inicial. Comenzamos con reuniones semanales que fueron útiles para definir los diferentes pasos que teníamos que cumplir, congruentes con los cánones de la máxima autoridad educativa.

Con el correr de las sesiones de trabajo, se sumaron otras personas al equipo emprendedor, ¡ahora éramos diez… “Too many chiefs and no indians”!... Se tornaba difícil el proceso de toma de decisiones.

Continuamos y el grupo se redujo a solamente siete personas, seguían complicados algunos procesos en la creación de una empresa de tal dimensión. El trabajo ameritó la intervención de un especialista externo, no obstante, la experiencia de gran parte del equipo emprendedor.

Las reuniones de trabajo eran intensas y prolongadas pues el avance del proyecto cada vez era más intrincado, lo que incrementaba su intensidad. Se presentaban progresos importantes, definitivamente. El grado de involucramiento del equipo emprendedor era emocionante: diferentes puntos de vistas, encuentros de subjetividades, confluencia en rasgos de personalidades… en fin, todo lo que puede esperarse de un grupo de personas tan heterogéneo.

Nos topamos con infinidad de sorpresas en el cumplimiento de los requisitos de la instancia educativa: una lista interminable de condiciones; indicación de fechas en documentos expedidos, que, en ocasiones, parecían una condena; legajos que armar, como si fueran algo inalcanzable por las características de su contenido; espacios físicos con un montón de particularidades, casi imposibles de cumplir; equipo y mobiliario específicos… todo lo que significara hacer cuentas, traducciones en pesos, consultas, indagaciones.

Y, sin embargo, el proyecto seguía su paso, como un desafío del que era imposible zafarse. Ya estábamos metidos hasta la médula. Era inaudito tratar de “darse a la fuga”. El proyecto nos arrobó de tal manera que pusimos todas nuestras esperanzas en él, aunque fuera tan demandante. Significaba, para ciertos integrantes del equipo emprendedor, como la pista de aterrizaje para tener una condición de vida más estable; para otros, el inicio de algo que marcara su seguridad futura. Tanta diversidad, hace cada vez más atractiva la empresa.

Problemas, imponderables, dificultades, trabas, piedras, rocas, obstáculos, dudas, preocupaciones, dilemas, contratiempos, albricias, satisfacciones, alegría, regocijo, recompensas, confianza, credibilidad, apoyo, comprensión, complicidad y la combinación de todo esto, teníamos a diario. Era como el sabor que se le imprimía a nuestra iniciativa.

Parece como si la gran variedad de atributos que en su conjunto tiene el equipo emprendedor, fuera como esa gran fortaleza que empuja y hace que sigamos adelante.

Este gran proyecto se cristalizó y dio inicio a sus operaciones en el año 2019. ¡Es una realidad! ¡La magia funciona! Eso que dicen los que saben sobre materializar los sueños, es verdad…

El establecimiento que nos dio la bienvenida se ubica en el centro histórico de la ciudad. Una casona colonial, hermosa, llena de misterios por la trayectoria desde su existencia, nos impulsó a meter nuestra propia mano para hermosearla, lo que dio oportunidad de convivencia y también trabajo físico en equipo. Hace un año, nos quedó chiquita, el crecimiento del proyecto la hizo insuficiente. Tuvimos que cambiar de domicilio. Ahora, la ubicación y la infraestructura, se convierte en la evidencia del desarrollo de esta asociación.

A cinco años del inicio del proyecto y a dos años de la puesta en marcha de las operaciones académicas, ya dimos a luz a la primera generación. ¡Se dice fácil! Un grupo pequeño en número pero grande en importancia, pues tuvo confianza en esta empresa, creyó en el equipo de emprendedores.

Se llevó a cabo una ceremonia de egreso, sencilla pero muy poderosa en su implicación. El equipo emprendedor se congregó también con la primera generación y familiares que la acompañaron. Nos ha fortalecido y nos hemos dado cuenta de que la unión nos favorece.

El crecimiento es incuestionable: más matrícula; más oferta educativa; más personal administrativo; más personal docente; más infraestructura física; más infraestructura digital; más recursos didácticos; más involucramiento; más compromiso; más… más… más…

La primera generación ha sido también de mucho aprendizaje y seguimos adelante con otras generaciones venideras. ¡Gracias, gracias, gracias! 

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