FIN DE LA CONVERSACIÓN

Irma Barquet

De acuerdo con los planteamientos de la inteligencia emocional de Goleman, las competencias sociales son importantes porque son los medios por los cuales las personas se relacionan con los demás, también se desarrolla la empatía, se crea una preocupación por los sentimientos, necesidades y motivaciones ajenos, se vive la comprensión y se genera el espíritu de servicio y altruismo, el respeto a la diversidad y de darse cuenta de las coincidencias o diferencias en las actitudes.

Uno de los medios por los que se posibilita el desarrollo de las competencias sociales que repercute en la inteligencia emocional, es la comunicación, que permite conocer las ideas, pensamientos y sentimientos de las personas, a través del lenguaje verbal y no verbal. Los dispositivos electrónicos, ahora también se utilizan para acercar a las personas, que tengan contacto sin importar las distancias ni las fronteras.

La gente suele reunirse para conversar, tomar un café en algún lugar que se caracterice por prepararlo de formas diversas y apetecibles, que sean creación de cada quien, en ambientes amigables, con música de fondo, en donde se escucha el murmullo y ciertas voces imposibles de ignorar.

Sin embargo, es posible encontrar a personas que utilizan sus dispositivos electrónicos en los lugares en donde supuestamente se va a socializar. Aparentemente le han dado fin a la conversación. No importa que estén ubicados en la misma mesa, con su taza de café… solo se aprecia la tremenda agilidad del movimiento de sus dedos pulgares, porque están muy pendientes de comunicarse con alguien que está “conectado”, sin perder detalle.

Tal parece que quien está presencialmente, pierde importancia para aquel que es el interlocutor a través de los medios electrónicos.

Familias enteras pugnan porque los jóvenes de casa dejen de utilizar sus teléfonos celulares por lo menos durante la hora de comida, que teóricamente, es momento para convivir y disfrutar de los sagrados alimentos.

Como si fuera un requisito del comportamiento social, es menester pertenecer a alguna red social: Facebook, instagram, linkedin, twitter, picasa, google+, pinterest… además de estar conectados por correo electrónico, Messenger, chats, whatsapp… porque seguramente así, se desarrollan competencias sociales virtuales.

La comunicación como un elemento de la inteligencia emocional, sensibiliza a las personas para dar y recibir mensajes, así como la escucha activa y abierta en la recepción de mensajes convincentes, captar las señales emocionales que los acompañan y los sintonizan, buscar la comprensión mutua, compartir la información disponible, además alentar la sinceridad y la apertura para cualquier tipo de noticias.

La práctica de una comunicación asertiva, adecuada y saludable, es lo que hace la diferencia en cuanto a la interpretación de juicios y opiniones, además de que es posible imprimir un matiz particular en las conversaciones, con el constante cuidado por propiciar ambientes de apoyo y respeto individual.

Entre las habilidades de inteligencia emocional relativas a la comunicación, se pueden mencionar la capacidad de escucha, la persuasión, la motivación, la innovación, la creatividad, la capacidad de conexión con los demás, que también se manifiestan en las competencias intelectuales.

El contacto humano a través de la comunicación es el mejor medio de percepción de mensajes verbales y no verbales, del contacto visual, del sonido de las voces, del colorido emocional de la conversación, del sentido del humor, de las sonrisas y de la risa como ingredientes en la delicia de charlas interminables.

Estimular el diálogo entre las personas, es algo que solamente puede lograrse a partir de la capacidad de escuchar al otro y hacerlo sentir que nos importa, le damos atención, somos capaces entenderle y comprenderle… que el fin de la conversación sea porque el café se terminó.