ZAPATOS ROJOS

 

Irma Barquet

 

Solo fueron unos cuantos días los que te tomaron para partir. Era casi el fin de semana cuando sucedió: un paso cambió tu vida y tu destino.

Era difícil comprender la realidad, pero ya estaba dada.

Tu imagen está presente en mi memoria: tu pálido rostro y tus delgados labios. Cuando apenas podías abrir los ojos por el sopor en el que estabas envuelta, sin embargo, al escuchar tu nombre despertabas en forma inmediata y recorrías con la mirada lo que había a tu alrededor.

El viaje sin retorno recién comenzaba.

Algunas caricias estuvieron presentes en tus manos, en tu piel.

Seguí tu camino para encontrarte y asegurar que tuvieras atenciones… esas que necesitabas para lograr mejoría, aunque fuera un poco.

Acostada, en aquel espacio tan estrecho, en donde tu pequeño cuerpo se postraba, pedías con callados gritos, regresar. Tu voz, casi inaudible, suplicaba… lanzabas suspiros momentáneos.

Con un pequeño hálito pronunciaste la breve frase: “Dios te bendiga”… la señal inequívoca de tu despedida… y con ella, derramé lágrimas del profundo dolor que desgarraba mi alma.

Pasaste la noche sola, inquieta.

El alba te sorprendió con el ferviente deseo de volver a casa… La sed te invadió. De mi mano tomaste agua con ansias… Tu estado era delicado. “Vámonos…”, me dijiste, “ya me siento bien… tráeme mis zapatos rojos”.

Las circunstancias me empujaron a dejarte otra vez sola.

Al final, recordé llevarte tus zapatos rojos con los que emprenderás la travesía que está destinada para ti y con los que, seguramente, pisarás con fuerza y con tu marcha persistente podrás llegar a aquel luminoso lugar, en donde cesarán todos tus quebrantos.

Descansa en paz…




Comentarios

  1. Que hermoso escrito 💞. Dulce y dolorosa despedida. Un abrazo fuerte amiga.

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    1. Querida amiga tu mamá ya está de regreso a casa de nuestro padre celestial y aunque fue doloroso para ambas ella siempre te estará acompañando solo cambió de habitación que descanse en paz!! Ánimo y fortaleza un gran abrazo

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  2. Es un texto de homenaje sencillo y tierno como el amor que le sirve de contexto.

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  3. Hola Mimi, que bello relatas las últimas horas con tu mami, es un dolor muy grande que con nada se va a olvidar, pero si podemos aprender a vivir con este dolor y, continuar nuestra vida.

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  4. Un breve, doloroso pero hermoso recuerdo de un inevitable adiós, pero mejor.....hasta pronto. Estoy contigo.

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  5. Es un hermoso y cálido mensaje. Dios la bendiga.

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  6. Excelente redacción y una oportunidad para compartir.
    Es un mensaje muy profundo, con sabor a despedida.

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  7. Uff, qué dulce y qué amorosa le lee la partida. Que DIOS me conceda tener una hija tan amorosa como tú para la despedida. Te abrazo a la distancia amiga. 💝

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  8. Hermoso, su camino se ilumine y la eternidad sea plena y confortable, abrazos querida Irma. Te queremos.

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  9. Querida Irma doña Guille descansa, y su alma agradecida contigo seguirá orando por tu bienestar. Te quiero muchísimo, te mando un abrazo de luz.

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