EL GIGANTE



Irma Barquet

Lágrimas discretas se asoman por mis ojos, como una manifestación del impacto que me causó una lectura. Me ha sensibilizado y ha hecho que me sienta como ese personaje: el gigante.

El corazón me ha dado un vuelco en la reflexión de haber experimentado, según yo, aunque sea por un momento de mi vida, ese sentimiento, esa emoción, de tener algo, algo cuasiperfecto y, a la vez, tener nada. Asir con mis manos hasta el borde, tener mucho en ellas y, de repente, sentir el vacío, el hueco que deja la sensación de la ensoñación.

La fuerza contraria que obliga a continuar en la lucha, sin una mínima recompensa. Enfrentarse con el poder ficticio que proporciona lo material.

Ahora, ser la sombra de ese gigante, que se rinde ante la inclemencia de la nula opción, de contar sólo con el sueño, con el anhelo. Cuando caigo en cuenta que creí en algo falso como aquel ídolo que no tiene un fundamento ni siquiera en la fe.

Era demasiado bello para ser verdad.

El gigante es un espejismo. Todo lo hace correctamente, así, como era su costumbre, con esfuerzo, con dedicación. Lo que me hace reparar en lo valioso y en lo contradictorio que puede ser al mismo tiempo, pues al común denominador de las personas les produce prurito, de ese que pica y pica hasta sangrar.

Ahora me percato de que todo es inútil. Desearía fervientemente tener la capacidad del mimetismo. Creo que eso me permitiría dejar de ser temible, como ese gigante.



Comentarios

  1. 👌👌Esta muy bonito... Me encantó Dra.. Felicidades... Nunca deje de escribir..

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  2. La vida sigue y no sabemos qué viene después, pero hay que seguir hasta el último aliento. Saludos querida Irma, un beso

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  3. Un escrito bastante abstracto ,p que en el fondo encuentro que son las paradojas que estamos viviendo en este momento en el país , cuando menos eso es lo que a mí me hizo sentir ,un saludo prima querida, un abrazo y besos.

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