TEMPORADA INVERNAL
Irma Barquet
Esta temporada del año es
mi favorita, me gusta mucho el clima frío pero, hago la aclaración, sin
padecerlo. La ropa abrigadora me parece muy linda y es posible echarse encima
cuanto trapo sea necesario con tal de conservar el calor del cuerpo: sacos,
bufandas, suéteres, botas, gorras… todo se vale, a final dicen: “ande yo
caliente, ríase la gente”.
También el invierno nos
invita a los festejos en familia, de acuerdo con las tradiciones de la mayoría
de las personas, como un motivo especial de reunión, de organizar grandes
festines, caracterizados por la presencia de platillos y bebidas placenteros,
que, aunados a la algarabía de las festividades y las excelentes compañías,
resultan inolvidables.
Se exacerban los
sentimientos.
Son días de cercanía con
familiares y amigos entrañables; de obsequios y de mensajes en los que se
plasman los más sinceros deseos. Se extrañan a los ausentes, a quienes les fue
imposible estar en la fiesta y a los que se adelantaron en el camino
trascendente.
Los medios de comunicación
actuales, son muy socorridos, están activos casi durante las 24 horas diarias:
memes, videos, gifs, emojis y demás manifestaciones gráficas de las mejores
intenciones para quienes van dirigidos.
Las listas interminables e
incumplibles de los propósitos del nuevo año que, supuestamente, harán que las
personas se sientan y se vean mejores… el cambio de look, estrenar ropa,
accesorios, zapatos y un sinnúmero de objetos que solemos “regalarnos porque
nos lo merecemos y para eso nos fregamos tanto en el trabajo…”.
La temporada invernal
también es alcahueta de las enfermedades respiratorias, de las depres
estacionales, de pensar en “lo-que-pudo-haber-sido-y-no-fue”, de entrarle a las
bebidas espirituosas con singular alegría, así como a los alimentos altos en
quién sabe cuántas cosas que afectan el organismo y se hacen presentes en esos
rollitos instalados en ciertas partes del cuerpo, que en general no se
distribuyen de la manera más adecuada.
Sin lugar a dudas, el mes
de diciembre luce la mejor luna del año… bueno, también enero, sin presumir…
aunque la canción aluda a la del décimo mes de año, como la más hermosa…
En México, el puente “Guadalupe
Reyes” ya ha quedado chico, aunque es el que abarca esta temporada invernal y
de festejos… Es cuando la actividad de ruidos estruendosos y diferentes
detonaciones prevalecen a lo largo de los días y de las noches… El ambiente se
percibe diferente…
También hay personas que
pasan las festividades acompañadas de su soledad, disfrutando de sí mismas,
aunque la primera vez, como todo, duela tanto… “Lo que no te mata te hace más
fuerte”, dicen los que saben, tal parece que la vida pone pruebas de fuego, de
resistencia, de aguante… de lo que sea, valiéndose de la emotividad de estas
fechas.
Las festividades
decembrinas, navideñas y de nuevo año tienen un montón de aristas, de
significados y de representaciones para cada quien… Lo importante es tener vida
y disfrutar de todos y cada uno de los momentos que la tenemos, independientemente
de las fechas…
Amo la temporada invernal per sé…
Tan acertada querida amiga, bien plasmas el sentir de la temporada. Abrazos..
ResponderBorrarAsí justamente
ResponderBorrarExcelente relato invernal, Doctora.
ResponderBorrarMe ha encantado.
Muy bonito y tan lleno de verdad !!!!
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