ECHAR EL VERBO
Irma Barquet
Con el uso frecuente de las
tecnologías de la información y la comunicación, el idioma español tanto en su
forma escrita como oral, ha sufrido algunas modificaciones que, aunque son
inaceptadas por las autoridades lingüísticas, se utilizan y, algunas personas,
las han adoptado considerando que son la manera correcta de hablar o escribir.
Frecuentemente se encuentran
muchos errores en la comunicación y, a veces, resulta imposible tratar de
corregir a quien los comete.
Echar el verbo correctamente
tiene su encanto, pues el uso adecuado del lenguaje implica conocerlo.
Los verbos de uso más
recurrente, que en general pueden considerarse sencillos en su conjugación, presentan
algunas equivocaciones como es el caso de: negociar, financiar, diferenciar,
evidenciar, se conjugan de la misma
manera que “anunciar”, ejemplos: yo
negocio, tú financias, él diferencia, nosotros evidenciamos, ellos anuncian.
Es fácil, no se acentúan.
El verbo vaciar, es
diferente a los anteriores, su conjugación es igual a “enviar”: yo vacío, tú envías, él vacía, nosotros
enviamos, ellos vacían.
Otros que son difíciles de
aplicar, son colgar, forzar, soldar, degollar, poblar, pero su conjugación es
de la misma manera que el verbo “contar”: yo
fuerzo, tú sueldas, él cuelga, nosotros contamos, ellos degüellan, yo pueblo.
Normalmente se comenten equivocaciones garrafales y es importante evitarlas: “yo
forzo”, “tú soldas”, “él degolla”, quizá
con colgar no sucede. Ahora bien, sorber, que podría esperarse que se aplica de
la misma manera que los anteriores, es totalmente diferente: yo sorbo, tú sorbes, él sorbe, nosotros
sorbemos, ellos sorben. No hay que confundirse.
El vocablo acrecentar,
también tiene un pequeño grado de dificultad en su uso, se hace exactamente a “acertar”:
yo acreciento, tú aciertas, él
acrecienta, nosotros acertamos, ellos acrecientan.
Se ha escuchado también
cuando las personas dan una receta de cocina, tergiversan la información con la
confección de prendas de vestir, es decir, indiscriminadamente utilizan “coser”
y “cocer”. La diferencia es enorme: coser, cuyo significado es la “unión con
hilo enhebrado en la aguja, dos o más pedazos de tela, cuero u otra materia”. Cocer,
es “hacer comestible un alimento crudo
sometiéndolo a ebullición o a la acción del vapor”. Si los conceptos son
totalmente diferentes, así es la conjugación y por supuesto la ortografía: yo coso, tú coses, él cose, nosotros
cosemos, ellos cosen; yo cuezo, tú cueces, él cuece, nosotros cocemos, ellos
cuecen.
Cabe mencionar que “echar” seguramente
no presenta mayor problema en los tiempos verbales, sin embargo normalmente sí
lo hay en la ortografía pues su conjugación en la primera persona del singular:
“yo echo”, se confunde con “hecho”, también sucede con “hecha”, “hechas”, del
participio de verbo hacer o del sustantivo “hecho” que se refiere a “acontecimiento”.
Ejemplos: “echa las bolsas al basurero”, “echo sal a la comida”, “has hecho la
tarea”, “ya está hecha la mezcla”, “casi se echa a perder”, “se echa a llorar”,
“el hecho sucedió el siglo pasado”.
No se diga del error tan
mencionado que es “habemos”. ¡Qué barbaridad! Esta aberración se aplica en
lugar de “somos” o “estamos”. La forma incorrecta de decir: “habemos pocas
personas en el salón”. La manera admisible es “somos pocas personas en el salón”
o “estamos pocas personas en el salón”.
La adopción de términos
inadecuados, se ha vuelto una práctica muy común, pues en ciertos ámbitos se
inventan palabras que su uso frecuente, hace creer a quienes las utilizan, que
son no nada más correctas, sino elegantes, como si fueran “domingueras”.
Les gusta echar el verbo “aperturar”, tal parece que en los bancos “aperturan" cuentas, no faltará quien tenga la capacidad de "aperturar" una puerta; también se escucha y se lee “accesar”, obtenido del inglés “to access” y que se cuentan entre los responsables a las personas que se dedican a los asuntos de la informática, quienes “accesan” a los datos y, uno sumamente actual “whatsappear”, derivado de la acción de enviar mensajes mediante la aplicación denominada “whatsapp” en los teléfonos móviles, ha dado paso a esa voz. Ninguno de los tres términos existe. Son desaciertos monstruosos. Nada tan sencillo como abrir, acceder y enviar mensajes.
Les gusta echar el verbo “aperturar”, tal parece que en los bancos “aperturan" cuentas, no faltará quien tenga la capacidad de "aperturar" una puerta; también se escucha y se lee “accesar”, obtenido del inglés “to access” y que se cuentan entre los responsables a las personas que se dedican a los asuntos de la informática, quienes “accesan” a los datos y, uno sumamente actual “whatsappear”, derivado de la acción de enviar mensajes mediante la aplicación denominada “whatsapp” en los teléfonos móviles, ha dado paso a esa voz. Ninguno de los tres términos existe. Son desaciertos monstruosos. Nada tan sencillo como abrir, acceder y enviar mensajes.
Tomar en cuenta estas breves
notas, permitirá a quienes estén interesados(as), echar el verbo correctamente, ya sea por
escrito, mediante las tecnologías de la información y de la comunicación, o
cuando se está “face to face” con los interlocutores.
Me encantó pues los verbos tienen su encanto y la buena conjugación también!! Luego te encuentras con cada cosa, que lejos de dar risa debería darnos pena, lo malo es que ya es tan seguido, que nos estamos acostumbrando a ver las faltas de ortografía y las malas conjugaciones, que solo pensamos en lo mal que está escrito, pero ya no lo señalamos, y deberíamos
ResponderBorrarGracias, Beatriz Anaya Moreno, por tu comentario. Si hubiera más cuidado y preocupación por utilizar correctamente el idioma, sería muy diferente la comunicación... Abrazos.
BorrarSE DICE QUE "LA MALA ORTOGRAFÍA ES AL ESCRIBIR LO QUE EL MAL ALIENTO ES AL HABLAR" ¿SERA? ME GUSTÓ EL ARTÍCULO Y PROCURARÉ MEJORAR "MI VERBO MAREADOR",SALUDOS.
ResponderBorrarGracias, FEDERICO SINTA, por tu comentario, imagínate que lo que dices es cierto, eso te compromete más para echar el verbo... es "echar" y no "hechar", ¿va?... Abrazos.
BorrarDefinitivamente, esto de dominar el idioma es todo un arte y mucho estudio, felicidades Amiga Hermana
ResponderBorrarGracias, maria dolores, por tu comentario. Sí, para quien es importante expresarse correctamente, implica estudiar el idioma, tiene una estructura complicada... ¡Qué fortuna que lo dominamos porque es nuestra lengua materna! Abrazos
BorrarMi querida Irma, es un gusto leerte. Gracias por compartir. Ten por seguro que constantemente le echaré un vistazo para no cometer errores. Un abrazo.
ResponderBorrarGracias, Alma Rosales, por tu comentario y también por leerme. Abrazos.
BorrarQue dolor conocer que el mal no tiene fronteras,humildemente creía que los errores y horrores en las conjugaciones verbales era un mal panameño. Que hay cruzado fronteras no me hace más contenta. Pero te felicito porque es un mal que hay que intentar matar de raíz. Dentro de poco no tendremos un lenguaje comprensible de tanto destruir el idioma. Tú siempre tan atinada amiga. Y que decirte de las muletillas de realmente, posicionado, empoderado, lo usan para todo. bessie
ResponderBorrarGracias, besivas, por tu comentario. Nuestro idioma ha sufrido muchas modificaciones que algunas de ellas son aberraciones para quienes nos jactamos de cuidar la forma correcta de expresión oral y escrita. Abrazos.
BorrarDe verdad que hemos realizado un esfuerzo por degradar nuestra lengua castellana, tan hermosa cuando se habla y escribe correctamente, pero entre la tecnología importada y la comodidad de admitir el desorden en el vocabulario mucho todos hemos cooperado.
ResponderBorrarGracias, jose luis Sosa, por tu comentario. Tienes razón en cuanto a la responsabilidad que se tiene en la distorsión del lenguaje. Abrazos.
BorrarHola Irma: asustas con tu erudición. Pero si llamas monstruosidades los errores que describes ¿qué dirás del lenguaje de los jóvenes sin instrucción pero que son nativos digitales? Creo que puede haber una brecha entre los recursos lingüísticos (contexto sociocultural) y un pensamiento no tan elemental...Un abrazo fraterno...
ResponderBorrarGracias, Humberto Mejía Zarazúa, por tu comentario. no es mi intención eso de asustar, ni es tanta erudición... solo es la preocupación por el "buen decir"... Abrazos.
BorrarEfectivamente cometemos errores graves tanto al hablar como al escribir; no obstante lo que ahora nos parece "garrafal", a mediano plazo se acepta y se inscriben nuevos verbos o vocablos en el diccionario. Lo que si, algunas cosas nunca cambiarán como es el caso de los verbos que mencionas en la primera parte. Los "millenials" nacieron prácticamente comunicándose, a las personas de otras generaciones se nos salen las lagrimas al leer lo que escriben. Pero para ellos.. lo importante es otra cosa.
ResponderBorrarClaro que por lo menos deben atender -en mi humilde opinión- a las reglas básicas y elementales de la ortografía. Ojalá. Saludos
Gracias, Iveth, por tu comentario. La estructura gramatical del idioma es importante... ha sufrido modificaciones y en ocasiones ha sido flexible... Abrazos.
BorrarEsa eres tú, siempre pedagoga, dando luz a nuestro saber. Gracias.
ResponderBorrarGracias, Abelardo, por tu comentario. Abrazos...
BorrarSin duda la corrección del mal uso de la ortografía no nos hace menos al contrario es para mejorar.
ResponderBorrarBuen artículo como siempre.
Abrazos.
Gracias, Grace Barajas A., por tu comentarios. Les digo a mis estudiantes "no les dé miedo de hablar bien...". Abrazos.
BorrarFelicidades Irma por "benecidire" nuestro idioma. Escribir y hablar bien, no es fácil, requiere un amplio conocimiento del idioma, la forma como pronunciamos el castellano no ayuda, si fuésemos fieles al sonido, mejoraría nuestra ortografía.
ResponderBorrarGracias, Maru Rice, por tu comentario. A veces las personas se quedan con ciertos vicios al hablar, pero el desconocimiento les impide corregir. Abrazos.
BorrarCORRECCIÓN
ResponderBorrarBENEDICERE (hablar bien, decir bien) nuestro idioma.
Gracias, Maru Rice, por tu aportación tan valiosa. Abrazos.
BorrarLo que puedo comentar es que se han perdido los valores de la educación. Yo fui educado con un régimen más estricto, que nos permitía aprender todas las reglas gramaticales. Hoy los maestros, especialmente en las escuelas oficiales, no se preocupan que los alumnos aprendan esas reglas fáciles. A mí me da vergüenza ajena cuando recibo mensajes de amigos profesionistas que escriben en forma desastrosa.
ResponderBorrar¿Y por qué? porque no tienen ni la menor idea de respetar, porque no tienen moral, porque no les importa echar el verbo correctamente.
Gracias, Jorge Argüelles, por tu comentario. Abundan las personas atrevidas... Abrazos.
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