¡ÁMONOS…!
Irma Barquet “¿Qué pasó, ingrata?”… Era su pregunta favorita. Siempre se hacía presente en los momentos menos esperados, sin embargo, era muy oportuno. Parecía un hombre solitario que solía viajar mucho, sin permanecer por tiempo prolongado en los sitios a los que llegaba. Su libertad la traducía precisamente, en cambiar de lugar montado en su potente motocicleta Harley Davidson. Sin pertenecer a algún club, él liaba sus bártulos y partía desafiando la brújula, sin planes ni destinos programados. Se aburría pronto de las rutinas. Su espíritu aventurero le exigía mucho movimiento. Eso de estar estático no era propiamente lo suyo. Era como el viento. ¡A rodar…! Cuando transitaba por los caminos, montado en su moto, portaba la vestimenta requerida para salvaguardar su integridad física, consistente en ropa de piel, botas, casco, anteojos, guantes. Aunque a su llegada al destino definido, se despojara de sus ropajes de motociclista y adoptara los adecuados para el clima, para e