LAS CUIDADORAS
Irma Barquet Desde su nacimiento, el ser humano ha requerido de cuidados, sobre todo en los momentos extremos de su vida: niñez y vejez, lo que refleja en el trayecto, una relación entre la condición humana y la dependencia. En un sentido ideal, la autonomía es uno de los factores que la mayoría de las personas busca. Sin embargo, en cualquier etapa, los individuos necesitan de cuidados y se establecen estrechos vínculos, tanto en el plano físico como en el afectivo. Una verdad contundente es el derecho de las personas a cuidar, a ser cuidadas y a autocuidarse. Ese derecho se convierte en una de las actividades de ciertas personas de cuidar a otras, generalmente ancianas y/o con problemas de salud. Este tipo de funciones recae, en su mayoría, en las mujeres de la familia: madre, esposa, hija… En términos de equidad, deberían ser asumidas también por los varones, si bien los hay, son casos mínimos. En ciertas familias, forman, desde su infancia, a la menor de las hijas para que