Irma Barquet Por azares del destino cibernético, apareció en su red… ¿quién lo iba a imaginar?... Sucede que, a la distancia, entablaron un nexo que manifiesta cosas inimaginables entre personas como él y ella, con tantas diferencias, pero al mismo tiempo con muchas más similitudes. Se percibe un camino igual de saturado en cuanto a actividades. Mundos laborales acelerados y demandantes. Tal pareciera que la esfera social ni siquiera se asoma, debido a las cargas de trabajo tan excesivas. “Hola. Gracias por aceptarme” fueron las primeras palabras que le escribió, al tiempo que hacían una “cita" para verse por la webcam , “no hay nada que te lo impida, ¿verdad?”, lo que hizo que su rosto se relajara con una espontánea sonrisa. Este encuentro haría que las noches fueran esperadas con ansia para platicar largamente, como cuando se recibe un premio después de haber pasado un día de trabajo intenso. Las prolongadas conversaciones nocturnas, han permitido que aflore