Irma Barquet Pensaba, ella, que el tiempo jamás podrá regresar, pues los sentimientos, cuando se exacerban, toman su calidad original, como cuando se luce un objeto enorme por su significado y que por sí mismo brilla y sobresale. Su esperanza estaba ahí, en plena lucha, aunque aparentemente pudiera orientarse al fracaso, precisamente ahí estaba la esperanza más fuerte que nunca. ¿Sería posible que alguien pudiera darle lo que ella ansiaba? ¿Su entrega, su sentimiento y su ilimitado amor? En seguida las ideas se le agolpaban en la mente y aumentaba su tristeza porque imaginaba un futuro que justamente, no deseaba… un futuro en el que alguien más, en el pasado, le había dicho las palabras que se negaba a escuchar y que, sin embargo, aparecían en su recuerdo una y otra vez, como cuando repican incesantemente las campanas. En ese momento llegó él que miró sus ojos con fervor y estaba seguro que serían suyos eternamente, que permanecerían para siempre en su extremada perf