SI...
Para SS
Irma Barquet
Si estoy dormida, despiértame, con la punta tibia del
resplandor que entra por la ventana, con el murmullo de mi nombre que sólo tú
sabes deletrear despacio, con la garantía que afuera el cosmos sigue
respirando y guarda este sitio para nosotros. Despiértame como quien abre un
libro que dejó marcado, con cuidado de continuar la aventura para aferrarse a
cada palabra.
Si mis pensamientos me absorben, llámame, pues tu voz es la
orilla donde mi alma siempre vuelve a descansar y en su eco encuentro la
claridad que me trae la paz. Llámame y yo volveré a mí, volveré a ti, como el
constante latido que me espera en nuestro cálido universo.
Si estoy en silencio, escúchame, porque a veces callo, no
por ausencia, sino porque mi voz se queda en la ribera y necesito de ti para cruzarla.
Escúchame en el modo en que respiro, en la forma en que mis manos te buscan como
el mejor lugar donde posarlas, en el peso leve con el que mi esencia se acomoda
cuando por fin encuentro tu espacio. Acércate, que mi silencio sólo tú sabes
descifrar en una historia entera que pide, sin sonido, la percibas.
Si voy por el camino, toma mi mano, guíame, para que el paso
se haga más humano, más amoroso, más nuestro. Tómala como quien recoge una
hoja en otoño y la guarda entre las páginas de un libro para que no pierda su
color. Tómala para que el polvo no canse tanto, para que la sombra no pese
sola, para que el horizonte, ese que a veces parece tan lejano, se acerque un
poco. Y si el sendero se tuerce o se vuelve estrecho, apriétala apenas lo
suficiente para seguir sintiendo que lo recorremos juntos.
Si estoy dispersa, atrápame, reúne los hilos sueltos como si
fueran pétalos arrastrados por el viento. Atrápame, antes de que mi alma vague
sin rumbo por pasillos que sólo existen en mis recuerdos, sostenme un instante
para volver a mi centro y con el apacible murmullo de tu voz proseguir por
nuestra senda.
Si asoman lágrimas en mis ojos, enjúgalas, lentamente, sin
intentar corregir mi tristeza, con delicadeza. Enjúgalas como si se tratara del
rocío de una flor, sin desprender sus pétalos, como si recogieras una gota antes
de que caiga y se pierda en el suelo de lo cotidiano. Hazlo despacio, para que
mis lágrimas entiendan que no son un fracaso, sino un puente. Y cuando tu mano
roce mi mejilla, que sea un gesto tan leve que yo pueda creer que el quebranto
se me va a la misma velocidad con la que llega tu ternura.
Si no lo sé, enséñame, con la paciencia que amerita el ritmo
de las semillas, con la sencillez suave que no hiere ni exhibe, sino que
invita. Enséñame como si nuestro mundo fuera un mapa que se despliega entre tus
manos, y yo apenas una viajera que aprende a distinguir los ríos, de los
silencios; las montañas, de los miedos; los atajos, de la esperanza. Muéstrame,
que en cada gesto tuyo se me enciende una certeza nueva y tus promesas me
revelan el fresco amanecer.
Si te extraño, ven a mí. No como un viento que irrumpe, sino
como una brisa que reconoce cada esquina de mi espera. Ven… como llega la tarde
a los cristales, sin prisa, con la luz exacta con la que mi corazón existe en el
tuyo. Ven… abre la distancia como si fuera una puerta que nunca debe cerrarse. Acércate,
que mi añoranza no es un reclamo sino un faro: una forma de decir tu nombre sin
pronunciarlo, una llama, quizá temblorosa, que permanece encendida, para seguir
mirándonos con los mismos ojos cómplices de antaño, en la quietud con que aún
nos reconocemos, en la risa que vuelve a nacer sin permiso, en la memoria compartida
que nos sostiene, en la creación de historias con la voz y con la luz del
corazón… como si el tiempo aprendiera a amarnos.
Contenidos relacionados:
Te voy a abrazar tan fuerte https://irmabarquetcomparte.blogspot.com/2021/07/te-voy-abrazar-tan-fuerte.html
Él https://irmabarquetcomparte.blogspot.com/2022/09/el.html
Imagen: https://www.freepik.com
Exelente, muchas gracias por compartir. Abrazo fuerte
ResponderBorrar